JUST PEOPLE. M.LUISA BENEYTEZ & SERGIO PAVÓN
LAS EXPLORACIONES CREADORAS DE SERGIO PAVÓN
Como bien titula esta exposición Sergio Pavón, Investigaciones de campo, el conjunto de obras reunidas es el resultado del trabajo efectuado de una indagación sobre distintos temas u obsesiones que a lo largo de su trayectoria han configurado un mundo singular dentro de una clave lingüística personal, que tiene prioritariamente en el dibujo su más clara forma de expresión, sin que ello suponga, antes al contrario, el desdén por otras prácticas, como la pintura, el gouache o incluso la cerámica, tal como se evidencia en esta muestra. Independientemente de las distintas técnicas empleadas, aunque determinantes en su consecuencia plástica, la obra de Sergio Pavón está impregnada por un sentido fantástico y surreal que responde a lo que podríamos calificar de "Ars combinatoria", es decir, a una manera de representar "la realidad" como una osmosis compleja y plural de seres y naturalezas prodigiosas en su entidad y argumento. De este modo, se nos presenta un catálogo de convergencias inverosímiles, y por tanto maravillosas, entendiendo este calificativo como asombroso, pero con suficientes indicaciones como para ser interpretadas y deducir su intencionalidad inicial. Así, por ejemplo, la serie de tintas y gouaches sobre papel cuadriculado, tomado de simples hojas de calendario -"Aricia Agestis", "Pyropterus Nigroruber", "Cordulia Aenea" o "Decticus Verrucivorus"- se nos ofrece como un curioso muestrario o taxonomía fabulosa de convivencia entre artrópodos y diminutos personajes, bien en relación amable o amenazante, obras en las que se hace patente la facilidad y dominio del autor en la aplicación de la aguada, puesta al servicio de una visualización onírica. Gouaches son igualmente, la original nómina de personajes -"Tatoo", "Strongest", "Trueno"- representados de medio cuerpo y frontalmente en compañías de epigrafías alrededor de la figura, con un propósito de explicación didáctica por parte del artista sevillano, en su deseo de mostrar las diversas entidades existentes en lo que podría calificarse de "comedia humana" y el papel asumido en ella.
Con especial cualificación formal y de concepto, se encuentra el corpus de dibujo, en donde se manifiesta la ambigua contingencia del ser humano con la tecnología y su incierto devenir, en el que el progreso tecnológico, representado en la mayoría de los casos por piezas mecánicas de extraordinario engranaje, se erigen como turbadoras metáforas: "Flora Futura", "Abducción TV", "Bambú", o la bella composición denominada "Future Connections". Siguiendo la línea temática anterior, en la persistencia hacia lo paradójico y extraña imbricación humano-mecánica, constituyen otro grupo de piezas, donde el sarcasmo formalmente expresionista y con evidentes elementos quiméricos, describen una realidad absurda y misteriosa no exenta a veces de humor. Atendiendo a esto, cabría destacar algunas composiciones que tienen como protagonista una iconografía femenina e infantil con apariencia de menina: "Pequeña infanta con osito mecánico" o "Mi pequeño satélite", obras que nos remiten a un acontecer temporal próximo, en el que el artefacto robótico se convierte en imprescindible objeto lúdico como acompañante silencioso de recreo. Otras veces lo fantástico hace acto de presencia a través de insólitos vehículos con carcasa de animal - "Rinomóvil" y "Monomobile"- conducidos por grotescos conductores portadores de catalejos invertidos a modo de gafas, imágenes que hacen pensar en los ingeniosos y extravagantes medios de locomoción de algunos personajes del Bosco actualizado. No obstante, el más perturbador transporte es el arácnido metálico con dos niñas entregadas a su azaroso "Juego de Pelota", imagen que en cierto modo enlaza con las inquietantes "Siamesas", cuya dualidad patológica no sé por qué traen al pensamiento la célebre aparición de las niñas de la famosa película "El resplandor" (1980), dirigida por Stanley Kubrick.
Perteneciente a este grupo de dibujos, sobresale por su especial relevancia estética la obra titulada "Sueños de papel", transposición onírica en la que se representa a una niña en el interior de una maleta abierta, que ingrávidamente navega por encima de un abrupto paisaje montañoso salpicado de arboleda. El tratamiento de papiroflexia plástica y lo esquemático de la vegetación representada, acentúa el contraste con el resto de la figuración, incidiendo en lo paradójico del argumento como alegoría de un inicial periplo hacia un futuro incierto.
Creaciones notables, son también las esculturas cerámicas que Pavón vuelve a realizar como una parte más de su quehacer artístico, esta vez evocando distintas etnias en forma de cabezas ladeadas y los ojos cerrados bajo el título genérico de "Durmientes": Azteca, Íbero, Medieval, Oriental, a excepción de la estilizada y barbada cabeza del profeta Ezequiel, concebida a modo de máscara. Cerámicas que nos remiten a una tradición casi perdida en el medio plástico contemporáneo, que se sitúa entre lo popular y el trabajo artesano, casi siempre dentro de un ámbito estético ingenuo perteneciente a una galería de personajes que se expresan entre la comicidad y la ironía. En este sentido, hay que señalar que la práctica de la escultura cerámica del artista sevillano, se inscribe dentro de una recuperación que tiene sus antecedentes en la labor efectuada en la década de los setenta por autores como María Manrique o Francisco Cortijo, entre otros.
Un detenido examen sobre estas investigaciones de campo por emplear la misma definición dada por Sergio Pavón en esta muestra, nos descubre la coherencia de su polifacético trabajo, inscrito dentro de un universo visionario propio, donde el realismo antropomorfo heredero de ilustradores y dibujantes como el excelente Grandville, se enlaza con un refinado espíritu crítico, en el que asociaciones imposibles, mutaciones imprevisibles o situaciones desconcertantes, se convierten en fascinante sugerencia para la mirada del espectador a la par que una invitación a reflexionar sobre la relación entre el arte y el mundo vigente.
FERNANDO MARTÍN MARTÍN
LA CONSAGRACIÓN DE LA NATURALEZA
Cuando recobré el sentido, aún aturdido por la tormenta que nos sorprendió en mitad de nuestra ruta, vi que me había quedado solo. Ni rastro de los soldados que me acompañaban, ninguna huella ni pista que indicase a qué lugar podrían haber ido a parar...
Caminé un tiempo por aquella especie de gruta y rápidamente encontré un nivel más alto, un piso más arriba al que pude acceder escalando los cilindros de suave color rosado que provenían de mucho más abajo y desaparecían en un negro y hondo foso. Había subido por ellos lentamente tratando de no resbalar hasta que advertí la claridad del exterior.
Inundaba esta nueva zona la radiante luz del sol -ahora con mucha fuerza tras disiparse la borrasca- calentando agradablemente todo el lugar. Miré hacia arriba y pude contemplar el limpio cielo allá afuera. Los tubos seguían ascendiendo por encima de mi cabeza, coronados por unas esferas de vivo color naranja que vibraban al ser mecidas por la brisa primaveral.
Aún estaba empapado por el agua de lluvia, y mis articulaciones -doloridas por los golpes sufridos en la caída- crujían al doblarse. Me acomodé entonces en un rincón donde la luz incidía más directamente, estiré las extremidades todo lo que pude y esperé a que mi cuerpo se secara.
Después de haber recuperado fuerzas, terminé de subir por los cilindros hasta el borde superior, desplegué mis alas, y emitiendo un profundo zumbido de alegría volé de regreso al panal.
SERGIO PAVÓN
TRASPASA LA LÍNEA / WALK THE LINE
Bajo este título se agrupan una serie de obras cuyo común denominador es la irónica visión dirigida hacia distintos países y culturas del mundo.
El título de la exposición nos invita a observar estas regiones con otros ojos, a “traspasar la línea” convencional que socialmente se nos marca para obtener un nuevo enfoque de esos territorios. Así podemos ver en “North american ghost” (fantasma norteamericano), cómo un extraño ser emerge de la cabeza de un satisfecho y orgulloso personaje con gorra de visera, observar con humor a una pareja de amantes con, literalmente, el agua al cuello en “Venetian lovers” , o podemos contemplar con mayor seriedad la delicada situación socioeconómica griega en el rostro triste y descompuesto de uno de sus habitantes en “Deconstructing Greece”. “Spain is different” recrea con ironía el manido tópico del toro alusivo al carácter español, mostrando una graciosa figurilla antropomorfa con bigotillo. “China presents” nos muestra con crudeza el negocio de las niñas en adopción en ese país y “Áfrika” enseña la preocupación en el rostro de una mujer nativa cuyos cabellos están formados por las propias ramas y troncos de los árboles y vegetación de la tierra que le dio la vida.
Un total de once países son tratados de esta manera, unos con sentido del humor (“In english, please!”), otros con especial crudeza, y un último –inventado- recreado en “In Wonderland” donde, a modo de epílogo, es la naturaleza misma la que habla, convirtiéndose en su propia habitante y colonizadora, mostrando de este modo un árbol de constitución y rasgos humanos.
El total de doce piezas se presenta alrededor de una obra central que lleva el título de “Walk the line” en la que vemos el planeta Tierra atravesado por su eje, en esta ocasión un eje helicoidal anaranjado, y cuyas masas de tierra configurando los distintos continentes están formadas por ramas y troncos de árboles, un simbolismo que devuelve al planeta el protagonismo que realmente tiene como dueño de la naturaleza que contiene. écnico, estas pequeñas obras también están realizadas “traspasando la línea”, esto es, alejándose de la línea convencional en la manera de entender el dibujo. De este modo, se han incorporado fotografías expresamente realizadas para la ocasión, fotos que vienen a convertirse en un recurso gráfico-plástico más que, al contario que ocurre en el collage, complementan al dibujo no sólo en las formas generales, sino aportando además el tono de color o de luz dónde y cuándo se requiera.
DESAFINA LA VISIÓN / ENFOCA TU IMAGINACIÓN
"No puedes depender de tus ojos cuando tu imaginación está fuera de foco" En torno a esta frase de Charles Darwin se articula la presente exposición, muestra en la que los animales llevan la voz cantante y en la que la imaginación se convierte en elemento indispensable, actuando de hilo conductor.
Dicha conexión, como si de un cordón umbilical se tratara, logra que estas criaturas se unan a nosotros. Sin embargo, la sociedad actual es pragmática y materialista. Estresada y frívola, va a la carrera y parece haber olvidado que dicha imaginación es uno de los principales pilares de nuestra felicidad más básica. Imaginación tenemos al nacer, con ella jugamos, aprendemos, crecemos…; para gradualmente ir olvidándola, relegándola a un acotado sistema de realidad, dejando que muera de inanición.
Los animales que protagonizan las obras presentadas - 19 dibujos a lápiz sobre papel, 2 pinturas acrílicas sobre lienzo, 2 incisiones sobre espejo, así como varias piezas cerámicas -parecen exponer un particular mundo de sueños, unas veces cercano a los cuentos de siempre, otras girando por el contrario hacia una realidad más palpable, mirando fijamente al espectador e intentando explicarle, hacerle entender.
En esta exposición el mundo es visto a través de un prisma surrealista y onírico, ensoñado y ensoñador, evocador de cierta magia misteriosa, no exento sin embargo de crítica social.
Estos animalitos pretenden no sólo enfatizar simbólica e inquietantemente sobre un tema sino, además, hacer que el público se divierta y se anime a extraer sus propias conclusiones.
Así, se nos presenta de manera un tanto velada la problemática medioambiental, la contaminación de la Naturaleza, el triste dominio que el ser humano hace del reino animal, despojando precisamente a estas criaturas de dicho “reino” y convirtiéndolas en rocambolescas parodias de sí mismas…; y a su vez se nos muestra cómo algunos de estos animales se han parado en seco, escapándose del cuento y, con aire desafiante y dura mirada, se han plantado, mirando fijamente al observador para que sea él quien, al contemplarlos, los ayude, los entienda, enfocando las lentes y usando– claro está – la imaginación como única “vía de conocimiento”.